'No puedo creer que Michiru me haga hacer esto," pensó sombríamente Haruka. Miró enfadada una vez más al pequeño objeto de plástico que acaparaba mucha de su atención últimamente. "¡Estúpido tamagotchi!" ******************** Vida Universitaria Omake Theatre 2: Pet Peeves Greenbeans (traducido por: Crysania/Haruka ) ******************** Salió un zumbido mudo del bolsillo delantero derecho del pantalón de Haruka. Ella suspiró, luego sacó el molesto juguetito con forma de huevo. Necesitaba atenciones, según el dibujito. "Cómprate un perro y déjame en paz a mi", gruñó antes de apretar los botones adecuados para hacer feliz de nuevo a su pequeño amiguito electrónico. Beans, que estaba sentada a su lado, levantó una ceja a modo de pregunta. Haruka la ignoró concentrándose en la lectura del profesor. Tras la clase, Beans acorraló a Haruka contra una esquina. "Fue idea de Michiru," Haruka avanzaba entre la gente a propósito por los pasillos, casi esperando a perder a Beans detrás, para así no tener que discutir más del tema. "¿Qué?" Beans corrió hasta ella para mantener la distancia adecuada para charlar. "Prefiero no hablar de ello," gruñó mientras los estudiantes se separaban ante ella. "¿Por qué no?" la voz de Beans era ligera y juguetona. "Yo creo que es algo muy mono." Haruka miró enfadada a Beans. "*Nunca* te refieras a mi con el término 'mono'". El efecto que esperaba no tuvo lugar ya que Beans estaba demasiado ocupada riendo a carcajadas. "Haruka y su gotchi están en un árbol J-U-G-A-N-D-O", comenzó a cantar Beans en voz baja, provocando que el enfado de Haruka aumentara de manera exponencial. "Yo... yo me voy a casa," Haruka respiró hondo para enfriarse. "Tú, amiga mía, estás pisando una capa de hielo muy fina." Se dio media vuelta, caminando con firmeza por los pasillos hasta el aparcamiento donde estaba su coche. Beans la llamó. "Entonces tengo suerte de que estemos en invierno, ¿verdad?" ***** Una vez Haruka llegó a la paz de su auto, apoyó la cabeza en el volante. ¿Por qué tenía que ponerse a prueba ante Michiru de aquella forma? ¿Acaso criar a Hotaru no era una prueba suficiente que demostraba que podía ser buen padre? Incluso una plantita de interior le otorgaría más dignidad que aquel juguete estúpido. Bip. Bip. Bip. Haruka levantó la vista enfadada del volante antes de meterse la mano en el bolsillo y sacar el juguete. Requería atenciones. Haruka seguía ceñuda mientras atendía al juguete. ********** Día 4 y todo estaba tranquilo en el frente tamagotchi. Beans era piadosa y no dispersó rumores raros sobre ella, pero canturreaba aquella molesta cancioncita del árbol para sacarla de quicio. Haruka se sentía como si fuera ella la que estaba contra las cuerdas. Su horario normal estaba cambiando para atender a las necesidades del tamagotchi. Lo primero que hacía por la mañana era alimentarlo. Lo último que hacía antes de unirse a Michiru en la cama era apagarle la luz. En muchos aspectos, le recordaba a cuidar de Hotaru, pero aquéllo era una molestia de maneras que Hotaru nunca podría ser. Pero, en defensa del juguete, no era capaz de romper la vajilla de Michiru como Hotaru. Quizás se llevaría bien con él después de todo. ********** Día 9 y ella ya se había adaptado bien a sus añadidas responsabilidades. Las necesidades del juguete ahora eran anticipadas y atendidas pronto. Pero, se presentó un problema menor... "¿Que quieres que yo haga de *canguro* de tu juguete?" la mirada de divertida incredulidad del rostro de Beans era inconfundible. "Sí, quiero salir fuera con Michiru y no tenerle zumbando a él a mi alrededor. ¿Lo harás?" Haruka se tragó su orgullo. Se sentía como una idiota pidiéndole aquello, pero Beans era su única salida. La joven lo consideró brevemente antes de asentir. "¡No hay problema, lo dejaré sobre unos periódicos, le daré un calcetín para que lo mastique y estará bien!" ¡Esto va en serio, Beans!" exclamó Haruka, frustrada por la situación entera. "Si le ocurre algo..." Beans sonrió con maldad. "No te preocupes, me encargaré muy bien de él, ella, ello.. ¿Cómo se llama?" Haruka bajó la vista hacia el juguete que tenía en la mano, luego a Beans con mirada desconfiada. "Prométeme que no vas a reirte." "Considerando lo que me pides, no. Pero podrías decírmelo de todas formas." Haruka suspiró. "Él se llama Tamago-baka". Beans intentó por todos los medios no echarse a reir a carcajadas, una o dos risitas (o tres) se escaparon de sus esfuerzos. "'Huevo estúpido'", finalmente estalló en carcajadas. Haruka lo soportó con bastante dignidad. Ni siquiera Michiru sabía cómo se llamaba el tamagotchi (porque sabía que a Michiru ciertamente no le haría gracia). Pero aquel nombre fue lo único que se le ocurrió que fuera acorde con el molesto cacharro de plástico. El huevo cambió de manos, con Haruka dando rápidas instrucciones sobre su cuidado. "Y recuerda, si se muere estando a tu cuidado, o vuelve como un tamagotchi rechazado o que ha sido abusado, me las vas a pagar", dijo con toda seriedad. "Vale, no te preocupes, que te lo pases bien en tu cita, o lo que sea" se despidió Beans con la mano mientras examinaba el tamagotchi. ***** Beans dejó el tamagotchi en el teclado del ordenador, donde podía tenerlo vigilado. ¿Qué dificultad podía tener cuidar de un juguete? Con lo que ella no contaba era con sus amigos. Cuando uno de ellos vio el juguete con forma de juego los demás querían echarle un vistazo, y alimentarlo, y jugar con él. Entonces jugaron con él de otra forma, tirándoselo los unos a los otros por la habitación. No mucho después de eso alguien sugirió que el juguete necesitaba salir a pasear. "Chicos, no necesita un paseo", protestó Beans. "Es una mascota, ¿no?" sonrió Dan ampliamente. "Las mascotas necesitan que se las pasee." "Los pececillos de colores no" contradijo April en voz baja. "Exacto, los pececillos de colores no y tampoco los tamagotchi, ahora devuélvemelo", Beans estiró la mano. "¡Ven a buscarlo!" Dan salió por la puerta y bajó el pasillo. "¡Oye!" Beans estaba de pie y en un segundo tras él. "¡Devuélvemelo, no es mío!" Dan dio media vuelta a una esquina. Beans no fue lo suficientemente rápida como para atraparle antes de que él llegara a las escaleras y le perdió. "Seré bocazas", suspiró. Iba a ser una noche muy larga. ***** Haruka se tomó todo el tiempo del mundo en servir vino y cena a su amada. Lo único que había en su mente era Michiru. Tamago-baka estaba a millas de ella. ***** Quizás lo adecuado sería decir que el juguete estaba a millas de distancia... De los dormitorios. Dan no fue feliz tan sólo secuestrándolo, sino que quería jugar al escondite también. Él y John saltaron al coche de Dan y se fueron a esconder el juguete en algún lugar de la ciudad. Cuando volvieron, una muy enfadada Beans les estaba esperando. "¿Dónde está?" les gruñó. "Toma, una lista con pistas", John le tendió una página de papel escrita a mano. April le echó un vistazo por encima de su hombro mientras miraba enfadada a los dos chicos. "El tamagotchi no es mío. Si le pasa algo voy a estar metida en *muchos* problemas", explicó lentamente, mordiendo las palabras mientras las soltaba. "'Comienza donde comienza el gas natural'" leyó April la primera pista de la lista. "¿Bert's Pizza?" levantó la vista. Dan le tocó la nariz con un dedo. "¡Buena suerte, señoritas!" salió de la habitación con John detrás. "Vamos", Beans y April salieron del edificio de estudiantes. ***** Michiru apoyó la cabeza en el hombro de Haruka mientras se balanceaban lentamente hacia delante y atrás en la pista de baile. Había paz en el mundo. ***** Beans le dio una patada a un montón de nieve, enfadada. "¡No lo encontraremos antes de que se le congelen sus pequeños circuitos!" "Todavía nos quedan 2 pistas por descubrir", April sacó la hoja. "Creo que necesitamos ir dos edificios al sur y luego uno al oeste", señaló en la dirección general. Beans siguió a April mientras ella la guiaba por las pistas. Beans no estaba de humor para ju